El Spiderman más emocional aterriza en Madrid
Marc Webb abre una nueva etapa de la saga volviendo otra vez a los orígenes del mito.
En el diario británico 'Telegraph' hablaban recientemente de que estamos ante un Spiderman de la era 'Crepúsculo', y algo de eso hay, aunque a la película no se le puede criticar el buen balance que hace entre acción y emoción. Su director ha aclarado su posición en Madrid: "Hemos intentado hacer un Spiderman más realista. En ese naturalismo, la influencia del Caballero Oscuro ha sido importante", ha dicho. Rhys Ifans, que interpreta al nuevo villano, El Lagarto, lo ha secundado: "Creo que todos queríamos hacer un Spiderman más profundo, en un entorno más realista y explorar ese cambio emocional". Cabe aclarar que la oscuridad no es precisamente lo que caracteriza a esta nueva película. La cuarta entrega de la oleada de películas de Spider-Man del siglo XXI es más bien un drama romántico, con accesos de comedia, y con logradas secuencias de acción en 3D en un Nueva York espectacularmente recreado.Algo tiene de adolescente Disney este nuevo Spiderman, dirigido por Marc Webb ('500 días juntos'). Peter Parker (en esta nueva etapa, encarnado por Andrew Garfield) no es el 'nerd' insufriblemente tímido que pintó Tobey Maguire en 2002 cuando Sam Raimi comenzaba a hacerse cargo de la trilogía de la nueva era de los filmes Marvel. Ahora es un skater, un tanto introvertido, pero espabilado y con su cargamento de armas de seducción que pronto encandilan a su compañera de clase Gwen Stacy (Emma Stone), que sustituye a Mary Jane Watson como chica del hombre araña. Stone ha querido defender la nueva historia de amor en Madrid, cuando el equipo al completo de la película ha presentado 'The Amazing Spiderman': "La historia de Gwen aporta un elemento nuevo: es el primer amor de Peter, antes que Mary Jane, y su historia es una de las tragedias mas épicas de todo el universo de Marvel".
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